"Porque después de siete días yo haré llover sobre la tierra durante cuarenta días y cuarenta noches, y arrasaré de la faz de la tierra todo ser viviente que he hecho" [Génesis 1:7:1 - 1:8:22]
Empezó el día igual que terminó el anterior... lloviendo a mares. Y no podía ser peor momento porque nos tocaba ver la estatua de la libertad. No obstante, con buen ánimo salimos de casa y pillamos el metro hasta la South Ferry y caminamos hasta Battery Park. Cuando llegamos ya estábamos calados hasta los tobillos.
Llegamos a Castle Clinton, cogimos nuestras entradas y nos pusimos en la cola de los cacheos. Otra vez nos tuvimos que quitar cinturones, relojes, chaquetas,... menos mal que no nos tuvimos que descalzar porque el suelo estaba lleno de agua!!!
De ahí, al ferry (previa cola claro). En un día soleado se tiene que ver todo de maravilla pero ese día la gente que salía a tomar fotos volvía corriendo porque hacía mucho aire y llovía bastante.
En esas condiciones llegamos a Liberty Island. Tengo que decir que fuimos los únicos valientes (locos) que dimos la "vuelta al ruedo" y vimos la estatua de cerca, el resto del convoy se quedó en la tienda de souvenirs o subió a la estatua (nosotros no pudimos porque no quedaban entradas y eso que las intentamos sacar más de 15 días antes de ir!!!)Después de dar la vuelta a la isla entramos en la tienda de recuerdos a ver que tenían y a tomar un café. Los precios son populares, un poncho de agua $7, una estatua pequeñita $28...
Después de secarnos un rato decidimos ir de nuevo al ferry y cambiar de isla, ahora a Ellis Island, donde dejaban a los inmigrantes que llegaban y que todavía no podían entrar al país.
De ahí volvimos a coger el bendito ferry y volvimos a Manhattan. Fue interesante el paseo porque nos lo pasamos casi todo el rato en los baños usando los secadores de manos para secar pantalones, gorros, cazadoras (algunos estaban secándose los calcetines!!!)
Al llegar a Manhattan Borja y Ana se marcharon a casa a cambiarse, mi hermana, Mónica y yo decidimos quedarnos y ver un poco la zona del distrito financiero (que volveríamos a ver con mejor tiempo el miércoles).
A las 15:30 empezamos a buscar la forma de llegar hasta el estadio de los NY Islanders, el equipo de hockey que jugaba con los NY Rangers. Teníamos entradas para el gran derbi!!!
Lo primero que hicimos fue coger la linea J hasta Jamaica. Esta linea es muy curiosa porque cuando pasa a Brooklyn va por encima de las casas, como en las películas. De Jamaica (que frío en la estación) cogimos un tren de la LIRR (Long Island Rail Road) que nos dejaba en Hempstead. Y de ahí pillamos un autobus (el N72) hasta el bendito Nassau Veterans Memorial Coliseum, el estadio de los NY Islanders!!! Llegamos a las 18:40, casi 3h para encontrar el estadio, pero allí estábamos!!!
Nos sentamos en nuestras butacas, el resto se sentaba donde le daba la gana hasta que llegara el dueño de la localidad y le largaba del sitio (porque a él le habían largado de donde se hubiera sentado antes claro...). La cosa parecía muy repartida 50-50 Islanders - Rangers pero en cuanto entró todo el mundo había un 70% de gente de los Rangers!!!Cantaron el himno, desplegaron la bandera y empezó el partido. Personalmente me pareció aburrido, sólo se jugaba en un lado y al ser un campo pequeño y pocos jugadores no hay mucha circulación de "disco". Pero bueno, fue una experiencia, como lo fue volver a casa lloviendo todavía haciendo el camino inverso, bus, tren y metro!!!
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